¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca
Hace ya más de dos décadas, un famoso conductor uruguayo de televisión afirmaba, todas las tardes, que en su popular programa de entretenimientos los sueños se volvían realidad. Difícilmente Christopher Nolan, coronado definitivamente como uno de los mejores directores de la actualidad, sepa algo de la existencia de Atrévase a Soñar, aquel recordado programa, ni sobre su visionario animador, Berugo Carámbula; pero lo cierto es que Inception (El Origen) se mete de manera magistral en el mundo de los sueños mediante una historia compleja que atrapa al espectador desde el comienzo no sólo por la originalidad de su guión sino, además, por un despliegue visual majestuoso que lo sumerge de lleno en paisajes oníricos con tintes surrealistas, pero, a su vez, decididamente reales y de una factura pocas veces vista en la historia del cine.
La vertiginosidad del comienzo genera una sensación inicial de confusión que es superada rápidamente a medida que transcurre la historia. Leonardo DiCaprio interpreta a Dominic Cobb, un ladrón para nada ortodoxo que se especializa en robar información metiéndose, literalmente, en los sueños de sus víctimas. Pero, como ser criminal y andar pululando por mentes ajenas no es nada sencillo, Cobb decide afrontar una última misión para abandonar definitivamente la delincuencia y volver a estar junto a sus hijos, de los que ya no recuerda ni sus caras.
En este caso no deberá extraer ningún secreto, sino “plantar” una idea en la mente del heredero de una importante corporación para que acabe con el imperio empresarial creado por su padre.
La vida es sueño
Confeso admirador de las películas de James Bond, Nolan logró con Inception (El Origen) la perfecta comunión entre los clásicos filmes de robos y espionaje, y algunas de las ideas plasmadas por Freud en su obra más conocida, “La interpretación de los sueños”.
Una vez que uno se serena y logra digerir el final (decididamente antológico), comienzan a surgir, una a una, distintas referencias que evidentemente han influenciado la mirada del director británico. Matrix, Calderón de la Barca, Borges y el Quijote conforman la heterogénea paleta con la que Nolan fue pintando lo que hasta ahora es, sin duda, su obra maestra.
Pero si de referencias hablamos, es necesario hacer mención a la mitología griega, en especial al mito de Ariadna que parece impregnar todo el filme con su simbología.
El ovillo de hilo que Ariadna entrega a Perseo para que pueda matar al Minotauro y encontrar el camino de regreso en el laberinto, está representado en este filme por el tótem, un objeto del mundo real que por su forma y tamaño específico, le permite a su poseedor distinguir los sueños de la realidad. Ambos objetos, ovillo y tótem, simbolizan la confianza que permite superar el miedo a perderse (ya sea en el laberinto o en el intrincado mundo de los sueños).
Como para que no queden dudas de esta referencia, Nolan decide evidenciarla en el personaje de Ellen Page que no casualmente se llama Ariadne; ella será la encargada de indagar en los más oscuros secretos de Cobb y quien, en última instancia, lo mantenga aferrado a la realidad cuando las cosas en el mundo de los sueños se vuelvan realmente confusas.
De esta manera, a medida que abandonamos la literalidad y nos adentramos en un análisis un poco más profundo, nos encontramos con que Inception (El Origen) son varias películas en una, pero con la magnificencia visual y narrativa que sólo los grandes directores de culto pueden lograr.
Nolan nos invita a “soñar a lo grande” y consigue plantar definitivamente en nuestras mentes, la idea de que otro cine es posible.
De pie señores, aplaudan a rabiar, el séptimo arte está más vivo que nunca…
Ficha técnica
Dirección: Christopher Nolan
Guión: Christopher Nolan
País: Estados Unidos // Reino Unido
Duración: 148 min.
Reparto: Leonardo DiCaprio (Dom Cobb), Joseph Gordon-Levitt (Arthur), Ellen Page (Ariadne), Tom Hardy (Eames), Ken Watanabe (Saito), Dileep Rao (Yusuf), Cillian Murphy (Robert Fischer), Marion Cotillard (Mal), Michael Caine (Miles).
Fuente: imdb.es
5 comentarios:
Jorge, coincido plenamente con vos, aunque no creo, o por lo menos a mí no me pasó, que el comienzo sea confuso. Sí, hay que estar atento, pero si vas a ver una película de Nolan, eso ya lo tenés que saber de antemano. Creo que Memento genera el mismo ejercicio de atención al comienzo de la trama(así como lo hace Inception) para poder entrar en el juego y no perderse.
Gracias por tu comentario Jessi. No me refiero a la confusión en forma despectiva sino como a un elemento que el director utiliza en forma conciente para remarcar una de las características del mundo de los sueños.
Un analisis filmico tan magistralmente narrado, con tantos elementos literarios propios de un cinefilo experto solo me despierta la misma pasion que experimento cuando estoy en la butaca mirando ansiosa cual pequeña niña los numeros descendiendo, gracias por hacerme despertar este sentimiento y exteriorizar mi subyagante pasion por el septimo arte.
Super de acuerdo!! Qué bueno que te haya gustado tanto como a mí, si hasta mi reseña la empecé igual! jajajaja es que es imposible no enlazar con Calderón, con Ariadna y el laberinto! Este es un film que en lo que va del año lleva mi lista puntera!
Por cierto, el otro día ya había visitado el sitio y no había llegado a dejarte comentario-creo- asique te lo digo ahora, me encanta! La forma que tienes de apuntalar las críticas es fantástica asique por acá me verás seguidito.
Y Carámbula!!! jaja Dios! ahora me haces sentir vieja! Alcoyana Alcoyana!
Gracias por tu comentario Pabela. Sin lugar a dudas, Inception será de lo mejor del año cinematográfico.
Y con respecto a lo de Berugo, tranquila, somos dos...
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