Seguramente, todo buen lector de cómics que se preste de tal ha soñado alguna vez con calzarse un traje llamativo, cubrir su cara con una máscara y recorrer la ciudad para ayudar a los débiles y desprotegidos.
Esto es lo que le pasa a Dave Lizewski (Aaron Johnson), un joven de 16 años que se pregunta cómo puede ser que todos andan queriendo parecerse a Paris Hilton –la Ricardo Fort estadounidense- y no a Spiderman o Superman. Es por eso que, ni lerdo ni perezoso, decide convertirse en Kick-Ass y salir a combatir el crimen con dos cachiporras como armas y un curioso traje de buceo verde y amarillo como atuendo.
Lamentablemente, al pobre de Dave no le va muy bien en su primer encuentro con los amigos de lo ajeno y termina como si le hubiese pasado todo el desfile del Bicentenario por encima.
Pero, como no hay mal que por bien no venga, gracias a esta paliza Kick-Ass pierde sensibilidad en sus terminaciones nerviosas –una habilidad interesante si uno va a ser golpeado constantemente- y recibe diversos implantes de titanio, lo que lo hace sentirse una especie de Wolverine, pero más tiernito que el pan lactal.
Así planteada desde el comienzo, ésta parece ser otra película más de adolescentes perdedores que, a fuerza de golpes (más bien recibidos que propinados), logran torcer su triste realidad. Pero, a medida que transcurren los minutos y Kick-Ass descubre que no está solo en este mundo de superhéroes sin poderes, la película comienza a ganar en oscuridad y violencia, mucha violencia.
Una familia muy normal
Hit Girl (Chloe Moretz) y Big Daddy (Nicolas Cage) son los otros enmascarados que se unirán a Kick-Ass en su lucha contra el mal. Ellos son un ex-agente de policía y su pequeña hija de tan sólo 11 años que, entrenados en artes marciales y armados hasta los dientes, buscan vengarse de Frank D’amico (Mark Strong), un mafioso que arruinó la vida de ambos.
Está claro que estos dos paladines cargan con algún problemita psicológico ya que, si bien son un padre protector y una hija obediente y amorosa, es cuestión de que se calcen sus trajes para que comiencen a repartir balazos en forma sanguinaria y desquiciada.
El director Matthew Vaughn logra, con este filme, una genial adaptación del cómic de Mark Millar matizando escenas de violencia encarnizada con dosis de humor e ironía.
Es innegable la influencia tarantiniana que alcanza el súmmum hacia el final con dos escenas de antología que permanecerán en nuestras retinas por un largo tiempo. Esta influencia queda plasmada, además, en el plano musical con una banda sonora magistral que incluye temas como Per qualche dollaro in piu de Ennio Morricone (compositor fetiche de Quentin) y An american trilogy de Elvis Presley.
Kick-Ass tiene todos los aditamentos necesarios para no pasar inadvertida. Ahh!!, a no desesperar si te quedás con ganas más: Vaughn piensa seguir pateando traseros en el 2012...
Ficha técnica
Dirección: Matthew Vaughn
Guión: Jane Goldman (guión), Matthew Vaughn (guión), Mark Millar (cómic) y John Romita Jr. (cómic)
País: Estados Unidos
Duración: 117 min.
Reparto: Aaron Johnson (Dave Lizewski/Kick-Ass), Christopher Mintz-Plasse (Chris D'Amico/Red Mist), Mark Strong (Frank D'Amico), Chloe Moretz (Mindy Macready/Hit Girl), Nicolas Cage (Damon Macready/Big Daddy).
Fuente: imdb.es
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